19/7/10

Hay un cuento en el fregadero

Erase una vez un vampiro que por la noche se convertía en murciélago y una bruja buena que coleccionaba arañas de colores.

Tenían cuatro hijos: un hada, un pulpo, un dinosaurio-dragón y una estrella del pop. El hada se llamaba Petranila, el pulpo Mastrilla pero como tenía ocho patas también tenía ocho nombres más: Lee, Mel, Set, Wes, Tes, Des, Qem y Eef. El dinosaurio-dragón era Dinagón y la más pequeña, la estrella del pop, se llamaba Mar.


Tenía una casa muy grande de tres pisos pero como todos podían volar, menos Mar, no tenían ni coche, ni moto, ni bici. Tenían un gato llamado Misifí que también sabía volar.



Un día a Mastrilla se le puso muy enferma Mel, Set, Qem y Tes, por suerte podía andar con Lee, Wes, Mes y Eef. Dinagón y Petranila intentaron curarlos con sus poderes mágicos pero no tenían suficiente magia porque aún eran unos niños. Mar no podía hacer nada, ella solo sabía cantar, bailar y actuar muy bien.




Vino el médico a su casa y los miró bien pero no sabía que tenían, era muy raro. Mar estaba con ellos y el médico se dio cuenta que la niña tenía un poder que nunca nadie había percibido porque nunca nadie había estado enfermo en esa casa; Ella cuando cogía el micrófono, a parte de cantar, bailar y actuar muy bien, también tenía el poder de la sanidad y con un golpe de micrófono en la cabeza de la persona enferma se curaba. Así Mar curó a su hermano y la familia vivió dulce y felizmente para siempre, ya que eran inmortales así que así tuvieron que vivir todas sus vidas.


NINA GARCÍA SALA
(la cosa más pequeña que vive en mi casa)

1 comentario:

La niña de la boina rosa dijo...

Muy mal esto de poner sus historias en tu blog, si yo fuera ella te denunciaria por plagio